sábado, enero 29, 2005

Eleccion infernal.

Un día, el expresidente de una republica muere atropellado por un camión. Su alma llega al paraíso, donde se encuentra con San Pedro. Lo mira de arriba a abajo y le dice:
-Bienvenido al paraíso. Antes de que te acomodes, te adelanto que se presentó un problemita. Verás, muy raramente un alto político ha llegado aquí y no sabemos que hacer contigo.-
El político, algo desconcertado, le contesta a San Pedro:
-No hay problema, déjame entrar. Ya lo arreglaremos.-
San Pedro, diplomático, contesta:
-Bueno, me gustaría. Pero tengo órdenes y se deben respetar. Solo puedo invitarte a pasar un día en el infierno...y otro aquí, en el paraíso. Después podrás elegir donde pasar la eternidad.-
El expresi le contesta:
-Pero, Pedrito querido, ia lo he decidido. Prefiero el paraíso.-
San Pedro, incorruptible, le contesta:
-Lo siento, nuestras reglas deben ser acatadas.-
Y lleva al candidato hasta el ascensor y lo baja al infierno. Las puertas del infierno se abren y el político se encuentra ante un campo de golf. Lucifer, feliz, le da la bienvenida. De pie, lo reciben todos sus amigos políticos. Recuerdan los buenos tiempos, cuando se enriquecían a costa del pueblo. Tras el golf, cenan langosta, caviar y otros manjares, beben los mejores vinos y una rubia lo acompaña hasta el amanecer. El diablo le festeja los chistes y baila con todas. Las 24 horas se le pasan volando. Debía volver. Todos lo saludan con un apretón de manos. Satanás lo despíde:
-Te esperamos pronto, no tardes! La fiesta continua!-
El ascensor sube, sube, y sube. San Pedro, alegre, le dice:
-Ahora es el momento de pasar al paraíso.-
El candidato pasa el día saltando de nube en nube y tocando el arpa. Antes de darse cuenta, las 24 horas han pasado. San Pedro le dice:
-Bien, has pasado un día en el infierno y otro en el paraíso. Ahora debes elegir.-
-Bueno, aquí no estuve mal, pero abajo la pase mejor. Así que elijo el infierno.-
San Pedro lo acompaña. Allí se ve en medio de un desierto, cubierto de porquerías y basura. Ve a todos sus amigos, harapientos y metiendo desperdicios en bolsas inmundas. Ante el diablo, balbucea:
-No entiendo... Ayer aquí había un campo de golf, cenamos langosta, caviar. Nos divertimos... Ahora, todo es inmundo.-
Lucifer sonríe y le dice:
-Claro, ayer estábamos en campaña. Hoy ya nos votó!-
BWAHAHAHAAAHA!