El drácula gallego llega a su casa a la medianoche. Tiene la boca ensangrentada. Lo recibe su mujer.
-¡No sabes el banquetazo que me he dado!-
-Ya lo veo. Vienes chorreando sangre. Seguro que te has echado al cuello de la primera que pasó y la chupaste hasta el delirio...-
-¡Que no mujer! ¡Que ha sido un banquetazo: me he dado de morros con la banqueta!-
BWAHAHAHAAAHA!
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