(Del libro "Los chistes que le contaron al papa Francisco")
Un obispo que quiere pasar unos días de diversión se disfraza de monja y entra un convento. Durante un par de días no pasa nada, pero la madre superiora al ver que la nueva es muy conservadora y demasiado amable con las demás, ordena una inspección. Pone a todas las monjas en fila y les pide que se levanten las faldas y que de una en una digan su nombre
-Sor Lucía .-
-Sor María.-
-Sor Matilde.-
-Sor Eugenia.-
-Sor presa.-
BWAHAHAHAAAHA!
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