El “Cantar de los cantares” no se parece ni un poquito a los demás libros de la Biblia de Jerusalén. ¿Por qué está ahí?
Según los rabinos, es una alegoría del amor de Dios por Israel. Según los curas, un jubiloso homenaje a la boda de Cristo con la Iglesia. Pero Ningún verso menciona a Dios, y mucho menosa Cristo ni a la Iglesia, que nacieron mucho después de que el “Cantar” fuera cantado.
Más bien parece que este cncuentro entre un rey judío y una mujer negra fue una celebración de la pasión humana y de la diversidad de nuestros colores.
Mejores que el veino son los besos de tu boca, cantaba esa mujer.
Y según la versión que llegó a nuestros días, ella cantaba también:
Negra soy, pero bella.
Y se disculpaba atribuyendo su color a su trabajo a pleno sol, en los viñedos.
Sin embargo, según otras versiones, el pero fue agregado. Ella cantaba:
Negro soy, y bella.
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