Un día, al abrir las puertas del cielo, San Pedro se encuentra con una cesta que contiene un salchichón. Como en el paraíso no conocen la comida y San Pedro no es capaz de identificar aquello como un ser viviente, lo recoge y llama San Pablo, a quien se lo muestra.
-Oye, Pablo, mira a ver si sabes lo que es esto, tú que estuviste predicando por los confines del mundo.- -No tengo ni idea, preguntémosle a Dios, ya que, como lo habrá creado él, seguro sabe de qué se trata.- Dio,s después de haber observado el salchichón por unos instantes, responde:
-Yo que sé! ¿Pero ustedes se creen que después de tanto tiempo me voy a acordar de todo lo que he creado? Pregúntale a la virgen María, que como de vez en cuando se le aparece a los hombres, seguro que está al corriente de estas cosas.-
La virgen María me examina minuciosamente el salchichón, y después meditaron silencio, responde:
-Si no fuera por el código de barra puesto sobre el preservativo, yo juraría que es el espíritu Santo.-
BWAHAHAHAAAHA!
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