Un borracho entra a un confesionario y se sienta, sin decir palabra. El cura, al cabo de unos minutos, tose para llamar su atención, pero nada... Al ver que el borracho sigue sin decir nada, golpea en la pared intermedia en un último intento. En eso, el borracho reacciona y dice, arrastrando las letras:
-No pierdash tu tiempo, shociooo. De eshte lado tampoco hay papel higiénico...-
BWAHAHAHAAAHA!
2 comentarios:
¡Ja, ja, ja! ¡Qué asco! Me encantó.
Y eso que no dice mucho sobre temas escatológicos, solo insinúa.
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