Un día, el expresidente de una republica muere atropellado por un camión. Su alma llega al paraíso, donde se encuentra con San Pedro. Lo mira de arriba a abajo y le dice:
-Bienvenido al paraíso. Antes de que te acomodes, te adelanto que se presentó un problemita. Verás, muy raramente un alto político ha llegado aquí y no sabemos que hacer contigo.-
El político, algo desconcertado, le contesta a San Pedro:
-No hay problema, déjame entrar. Ya lo arreglaremos.-
San Pedro, diplomático, contesta:
-Bueno, me gustaría. Pero tengo órdenes y se deben respetar. Solo puedo invitarte a pasar un día en el infierno...y otro aquí, en el paraíso. Después podrás elegir donde pasar la eternidad.-
El expresi le contesta:
-Pero, Pedrito querido, ia lo he decidido. Prefiero el paraíso.-
San Pedro, incorruptible, le contesta:
-Lo siento, nuestras reglas deben ser acatadas.-
Y lleva al candidato hasta el ascensor y lo baja al infierno. Las puertas del infierno se abren y el político se encuentra ante un campo de golf. Lucifer, feliz, le da la bienvenida. De pie, lo reciben todos sus amigos políticos. Recuerdan los buenos tiempos, cuando se enriquecían a costa del pueblo. Tras el golf, cenan langosta, caviar y otros manjares, beben los mejores vinos y una rubia lo acompaña hasta el amanecer. El diablo le festeja los chistes y baila con todas. Las 24 horas se le pasan volando. Debía volver. Todos lo saludan con un apretón de manos. Satanás lo despíde:
-Te esperamos pronto, no tardes! La fiesta continua!-
El ascensor sube, sube, y sube. San Pedro, alegre, le dice:
-Ahora es el momento de pasar al paraíso.-
El candidato pasa el día saltando de nube en nube y tocando el arpa. Antes de darse cuenta, las 24 horas han pasado. San Pedro le dice:
-Bien, has pasado un día en el infierno y otro en el paraíso. Ahora debes elegir.-
-Bueno, aquí no estuve mal, pero abajo la pase mejor. Así que elijo el infierno.-
San Pedro lo acompaña. Allí se ve en medio de un desierto, cubierto de porquerías y basura. Ve a todos sus amigos, harapientos y metiendo desperdicios en bolsas inmundas. Ante el diablo, balbucea:
-No entiendo... Ayer aquí había un campo de golf, cenamos langosta, caviar. Nos divertimos... Ahora, todo es inmundo.-
Lucifer sonríe y le dice:
-Claro, ayer estábamos en campaña. Hoy ya nos votó!-
BWAHAHAHAAAHA!
2 comentarios:
¡Ja, ja, ja! Hermano, este chiste está buenísimo.
Otro chiste en que se juntan la política y la religión. Que coincidencia, no?
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