Tres cigüeñas sobrevuelan la ciudad y una le pregunta a la otra:
-Vos adonde vas?
Ella contesta:
-Voy a lo de un matrimonio que hace diez años que intenta tener un hijo, y aquí les llevo uno.-
-Que bueno!-le dice la cigüeña que pregunto, a la vez que le dice:-Yo voy a la casa de una viejita sin hijos. Y acá le llevo un varoncito.-
En eso, las dos le preguntan a la tercera cigüeña:
-¿Y vos? ¿Adonde vas?-
-¿Yo? Al convento... Nunca les llevo nada. Pero me cago de risa. Sin ir mas lejos, el otro día el párroco creyó que yo llegaba con algo para el, y se cago encima, el muy pelotudo.
BWAHAHAHAAAHA!
2 comentarios:
¡Ja, ja, ja, ja, ja! Pobre párroco.
No se si diría pobre si el cura teme por un hijo. Por algo será. Aunque lamento usar una frase tan nefasta.
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