Pagano: s. Ser extraviado que cae en la locura de adorar lo que puede ver y sentir.
Pandemónium: s. Literalmente, Lugar de todos los Demonios. La mayoría de ellos han ido a guarecerse en la política y las finanzas, y el lugar se usa ahora como salón de conferencias del Reformador Vocinglero. Cuando son molestados por su voz, los antiguos ecos solicitan apropiadas respuestas que halagan muchos su orgullo.
Panteísmo: s. La doctrina de que todo es Dios, por oposición a la doctrina de que Dios es todo.
Paraíso: s. Lugar donde los malvados cesan de turbarnos conversando de sus cuestiones particulares, y los buenos escuchan con curiosidad mientras exhibimos las nuestras.
Pasado: s. Pequeña fracción de la eternidad de la que tenemos un ligero y penoso conocimiento. Una línea móvil llamada Presente lo separa de un periodo ficticio llamada Futuro. Estas dos grandes porciones de la Eternidad, una de las cuales borrar continuamente a la otra, son eternamente distintas. Una está oscurecida por la pena y la desilusión, la otra iluminada por la prosperidad y la alegría.
El Pasado es la región de los gemidos, el Futuro, el dominio del canto. En uno se acurruca la memoria, vestida con su sayal, la cabeza cubierta de ceniza, musitando plegarias penitenciales; en la luz solar del otro vuela la Esperanza llamándonos a los templos del éxito y los pabellones del placer. Sin embargo, el Pasado es el Futuro de ayer, el Futuro es el Pasado de mañana. Son una misma cosa: el conocimiento y el sueño.
Platónico: adj. Relativo a la filosofía de Sócrates. Amor platónico es el nombre que dan los tontos al afecto entre un incapaz y una frígida.
Preadánico: s. Miembro de una raza experimental y supuestamente insatisfactoria que precedió a la Creación y vivió en condiciones difíciles de imaginar. Melsius cree que habitaban el "Vacío" y que estuvieron a mitad de camino entre los peces y las aves. Poco se sabe de ellos salvo que proporcionaron a Caín una esposa y a los teólogos una discusión.
Predestinación: s. Saber de que todo ocurre según un programa. No debe confundirse con la doctrina de la predeterminación, que dice que todas las cosas están programadas, pero no afirma que sucedan, pues eso está apenas implícito en otras doctrinas de las que esta deriva. La diferencia es lo bastante grande como para haber inundado a la cristiandad de tintar, y no hablemos de sangre. Si uno diferencia perfectamente entre ambas doctrinas y cree con fervor en las dos, puede llegar a salvarse, salvo que ocurra lo contrario.
Predeterminación: s. Esta palabra parece fácil de definir, pero cuando pienso que piadosos y eruditos teólogos se han pasado largas vidas explicándola, y han escrito bibliotecas enteras para manifestar sus explicaciones, cuando recuerdo que la diferencia entre predeterminación y predestinación dividió a las naciones y causó sangrientas batallas, que se han gastado caudales millonarios para experimentar y rebatir su semejanza con el libre arbitrio y con la energía de la oración y de la vida religiosa, cuando contemplo esos hechos crueles en la historia del mundo., me quedo agobiado ante el tremendo problema de esta definición, bajo los ojos morales temiendo contemplar su asombrosa magnitud, me confieso respetuosamente y con toda humildad envío al lector a Su Eminencia el Cardenal Gibbons y su Ilustrisima, el obispo Potter.
Preexistencia: s. Factor no tenido en cuenta en la creación.
Prehistórico: adj. Perteneciente a un periodo primitivo y a un museo. Anterior al arte y su amplitud para perpetuar falsedades.
Prelado: s. Dignatario eclesiástico dotado de un grado superior de santidad y de un gordo sueldo. Miembro de la aristocraciacelestial. Caballero de Dios.
Presagio: s. Señal de que algo ocurrirá si no ocurre nada.
Presbiteriano: s. Alguien convencido de que todas las autoridades de la Iglesia deberían llamarse presbíteros.
Presente: s. Parte de la eternidad que separa el dominio del desengaño del reino de la esperanza.
Profecía: s. Arte y práctica de vender nuestra creencia con entrega diferida.
Prójimo: s. Aquel a quien nos está ordenado amar como a nosotros mismos, pero que hace todo lo posible para que quebrantemos la disposición.
Providencial: adj. Lo que es notoria e inesperadamente beneficioso para quien lo describe.
BWAHAHAHAAAHA!
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