Y Dios preguntó a Galicia:
-Que puedo hacer por ti?-
Y Galicia contestó:
-Queremos mucho vino.-
-Sea!-dijo Dios.
Pasado algún tiempo, Dios atravesó Galicia.
-Estáis contentos con vuestro vino.-
-Si, nuestro vino es el mejor. Pruebalo!-
Dios probó el vino gallego.
-Estupendo, maravilloso, perfecto! ¿Alguna cosa más?-
-Si, son cincuenta pesetas por el vaso de vino.-
BWAHAHAHAAAHA!
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