(Microrrelato perteneciente a "Los hijos de los días", de Eduardo Galeano.)
Cuando
la imprenta aun no existía, el emperador Carlomagno formó amplios equipos de
copistas, que en Aquisgrán crearon la mejor biblioteca de Europa.
Carlomagno,
que tanto ayudó a leer, no sabía leer. Y analfabeto murió, a principios de 814.
BWAHAHAHAAAHA!
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