(Microrrelato
perteneciente a "Los hijos de los días", de Eduardo Galeano.)
A
la medianoche de hoy, rompen los fuegos.
El
gentío se reúne alrededor de las altas hogueras. Esta noche se limpian las
casas y las almas. Se arrojan al fuego los trastos viejos y los deseso viejos,
cosas y sentires gastados por el tiempo, para que lo nuevo nazca y encuentre
lugar.
Desde
el norte del mundo, esta costumbre se difundió por todas partes. Siempre fue
una fiesta pagana. Siempre, hasta que BWAHAHAHAAAHA!
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