(Del libro "Los chistes que le contaron al papa Francisco")
A un hombre se le hace de noche en medio del campo y busca refugio, camina encuentro un convento. Llama, abren la puerta y pide refugio. Lo dejan entrar, le dan una habitación y le dicen que si se quiere duchar espere a medianoche que las monjas ya están en sus habitaciones. El hombre espera y cuando llega la hora camina desnudo hacia las duchas que están al final del pasillo, llevando un jabón en cada mano. Pero antes de llegar al baño, ve venir tres monjas en su dirección. De la sorpresa se queda inmóvil. Al verlo, las monjas dicen:
-Mirá que estatua pusieron para agarrar el jabón.-
Una monja le tira le tira del pene y al hombre se le cae el jabón.
La monja dice:
-Qué raro.-
La otra monja dice:
-A ver déjame probar a mí.-y vuelve a tirar del miembro del hombre, al que se le cae el otro jabón. La tercera monja vuelve a tirar y dice:
-Como ya no queda más jabón, a mí me sirvió shampoo.-
BWAHAHAHAAAHA!
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