En un avión viajaban un americano, un francés y un gallego. De pronto, el avión se incendia y los tres tienen que saltar sin paracaídas. El americano, muy resuelto, salta y mientras cae, implora:
-¡Oh my god! Haz que caiga flotando.-
El americano cae flotando.
Se lanza el francés y pide:
-¡Mon dieu, haz que caiga sentado!-
El francés cae sentado y sin un rasguño-
Entonces salta el gallego que dice:
-¡Diosico...diosico!-
Y Dios le hizocaso, cayó de hocico nomás y se destrozó la jeta.BWAHAHAHAAAHA!
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