Se encontraba una noche el conde Drácula muy atareado reparando su ataúd.
-Igor
! ! !- gritó el conde.
-Dime señor.-contestó Igor.
-Pásame
el destornillador.-
En
un rato llegó Igor con el encargo y Drácula grita:
-AAAYYGGGH!
! !! El de cruz no, estúpido.-
BWAHAHAHAAAHA!
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