Ningún tonto se queja de serlo. No les debe ir tan mal.

Cartel que pondré en la puerta de casa, para que se acerquen testigos de Jehova, evangelistas o mormones. O cualquier clase de bicho! Y hablando de bichos, a veces creo que hay más de un descendiente de Obed Marsh, al ver cada uno con esos ojos saltones como pescado, no puedo evitar pensar que estoy viendo algún Profundo.
BWAHAHAHAAAHA!