(Microrrelato perteneciente a "Los hijos de los días", de Eduardo Galeano.)
Un
día como hoy del año 33, día más, día menos, Jesús de Nazaret murió en la cruz.
Sus
jueces lo condenaron por incitación a la idolatría, blasfemias y superstición
abominable.
Unos
siglos después, los indios de las Américas y los herejes de Europa fueron
condenados por esos mismos crímenes, exactamente los mismos, y en nombre de
Jesús de Nazaret se les aplicó castigo de azote, horca o fuego.
BWAHAHAHAAAHA!
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